Isaac Watts (17/07/1674 -
25/11/1748) es reconocido como el “padre de la himnología
inglesa”.
Sus más de 750 himnos acreditados fueron traducidos a varios
idiomas y aún hoy en día sus melodías inundan los templos
cristianos de todo el mundo.
En su escuela local aprendió latín, griego y hebreo, y exhibió
una propensión especial hacia la rima.
Watt, de espíritu inquieto, inteligente y analítico, se destacó
en sus estudios. Sin embargo no pudo completarlos en Oxford o
Cambridge debido a la manifiesta disidencia de su padre con
respecto a la Iglesia Oficial. Así es que tuvo que conformarse
con ir a Newington (1690).
Su educación lo condujo al pastorado de una gran capilla en
Londres.
Trabajó como profesor privado y aunque en disidencia y
habitualmente descalificado por la curia oficial, nunca dejó de
proclamar sus ideas.
Además de poeta, Isaac Watts fue un renombrado teólogo y
filósofo, autor de numerosos tratados, muchos de los cuales
pasaron a ser parte de la bibliografía obligada en las
principales universidades británicas, aún en la actualidad.
Esto escribió sobre él Bob Kauflin:
A fines del siglo XVII muchas iglesias cristianas cantaban salmos
bíblicos en versos. Generalmente la gente tenía poco conocimiento
musical y era de ejercicio frecuente el "encajar a la fuerza" los
versos de los salmos bíblicos en métrica y rima los versos de los
salmos bíblicos. Andrew Wilson-Dickson, en Una Breve Historia de
la Música Cristiana comenta al respecto diciiendo:"Cada linea del
salmo era recitado -- a menudo cantado -- por una voz líder que
debía ser contestada por la congregación... Tanto el líder como
la congregación tendía a seguir un tiempo propio (usualmente muy
largo, quizás de medio minuto por línea).
Cuando se trató de hacer armonizaciones se hizo generalmente sin
el apoyo de algún órgano o instrumento y con improvisación. La
velocidad lenta del canto permitía decorar y ornamentar la
melodía con notas adicionales, cosa que se hacía en forma
espontánea y que generalmente ocurría simultáneamente por varios
cantores.
El resultado era un caos semi-improvisado". Esto motivó al jóven
Isaac Watts cuando un domingo llegaba a casa después de la
iglesia quejándose de lo pesado, lo monótono y sin vida que eran
los himnos. En un momento de inspiración providencial su padre le
retó diciendo: "¡No te quejes y escribe algo
mejor!"
Y eso hizo. El domingo de la semana siguiente la congregación
cantó un himno "Mirad las Glorias del Cordero".
Este vino a ser el primero de los 750 himnos que Watts compuso
para la Iglesia. Sus himnarios más exitosos
fueron "Himnos y Cantos Espirituales"(1707)
y "Salmos de David Imitados en el Lenguaje del Nuevo
Testamento"(1719). Luego revisó los salmos
para "hacer que David hable como un
cristiano". Algunas de sus letras se siguen cantando
hoy en día como el tradicional canto navideño "Al mundo paz" o
los himnos "Oh Dios Nuestra Ayuda en Tiempos
Pasados", "¡Ay! ¿Sangró mi Salvador?"’
y "Yo Canto del Glorioso Poder de Dios" entre
otros.
No podemos subestimar la influencia de Watts en el canto
congregacional. Isaac sostenía que los cantos que debían cantarse
en la iglesia debían estar basados en las Escrituras pero
"compuestos en forma libre". Watts creía que los salmos eran de
gran valor para la adoración cristiana. pero que los mismos eran
insuficientes para expresar la amplitud de la experiencia
cristiana.
La influencia de Watts en su tiempo fue dramática y ésta perdura
pues si revisamos los himnarios de la iglesia 150 años después de
su muerte, notaremos que en ese entonces el 40 por ciento de los
cantos fueron escritos por Isaac Watts.
Hay buenas razones que indican el motivo por los que los himnos
de Isaac Watts han perdurado. Escribió en un estilo muy simple.
Sus letras tocaban y eran fáciles de entender tanto para eruditos
como para personas sin educación. Estaba comprometido con la
Verdad del Nuevo Testamento. "Siempre enfocaba su atención a la
persona de Jesucristo y a Su Obra y no le bastaba hablar en
términos generales de Dios y Su Misericordia". (según Lawrence
Roff en su libro "Let Us
Sing" (Cantemos)).
Además parafraseaba las escrituras frecuentemente y a menudo las
citaba directamente. Evitaba la complejidad y usaba imágenes
vivas con el fin de tocar las emociones. Sus himnos asombran y
maravillan. Por estas y otras razones es obvio que escribía con
la congregación en mente, por lo que prefería el pronombre en
plural por encima del singular.
Nota: Isaac Watts fue de convicciones unitarias. Un anti-Trinitario comprometido.
Comentarios Biografia de Isaac Watts
DESDE YA LES AGRADEZCO SU FINA ATENCION Y QUE DIOS LOS BENDIGA.
PORQUE ESTOY ENSEÑANDO A MI CONGREGACION QUE ES NUEVA Y PEQUEÑA A ADORAR AL SEÑOR BIEN.
GRACIAS,
SANTIAGO